La comunicación oral y el impacto en el diseño gráfico y la animación digital

El diseño gráfico y la animación digital son dos actividades que exigen de una buena planeación y trabajo en equipo cuando en ellas intervienen más de una persona, como lo es en la mayoría de los casos. En el trayecto de esta sencilla presentación, intentaré exponer los motivos por los cuales la comunicación oral desempeña un papel muy importante en el Diseño gráfico y la animación digital.

Pero, comencemos definiendo estos conceptos, en caso de que usted no esté muy relacionado con ellos. ¿Qué es el diseño gráfico?, ¿Qué es la animación digital?

Según nuestra amiga enciclopedia, Wikipedia, el diseño gráfico es “una profesión cuya actividad consiste en proyectar comunicaciones visuales destinadas a transmitir mensajes específicos a grupos sociales, con objetivos determinados. Esta actividad ayuda a optimizar las comunicaciones gráficas.”

Y, de la animación digital, dice: “es la técnica que consiste en crear imágenes en movimiento mediante el uso de una computadora”.

No entraremos en detalles explicando la importancia de cada una, pero sí puedo decirle que, tanto el diseño gráfico, como la animación digital están presentes en muchas situaciones de nuestra vida. Tan sólo vaya a una tienda y vea los empaques de los productos: fueron ideados por un diseñador gráfico; encienda la televisión y vea un comercial: de seguro hay animación digital. Pero, volvamos al tema principal: la comunicación oral para el trabajo en equipo en la producción de material gráfico.

Ahora sí que podemos definir qué es la comunicación oral. Para resumirlo, con comunicación oral, nos referimos a aquella que se da entre dos o más personas usando sus voces. Ahora bien, la comunicación oral cuenta con una forma muy útil llamada diálogo, que es una herramienta que nos permite intercambiar opiniones y llegar a acuerdos. Dicho diálogo ocupa un lugar muy importante en el diseño y la animación. Comencemos hablando sobre el diseño.

Los diseñadores gráficos trabajan bajo las instrucciones de sus clientes o jefes, quienes indican qué desean que estos realicen. Por ejemplo, un cliente puede requerir un diseño de un cartel promocional para su empresa, y dará al diseñador una descripción de lo que desea que diga el cartel y otras indicaciones sobre la apariencia general del mismo. El diseñador gráfico deberá percibir si las indicaciones que el cliente proporcionó son suficientes para realizar el diseño y, en caso de que lo sean, comenzar a trabajar en ello. Sin embargo, pueden presentarse otras dos situaciones, en las que, en el primer caso, las indicaciones sean insuficientes o, en el segundo, sean demasiadas.

Si las indicaciones resultaran ser insuficientes, el diseñador deberá solicitar más, explicando que desea saber, específicamente, qué tiene el cliente en mente y, así, evitar retrasos por grandes correcciones o descontentos por la misma razón. Ambos tendrán que compartir sus ideas; el cliente será más específico y, el diseñador, según los parámetros del diseño, verá si son convenientes; así, el trabajo del diseñador resultará más sencillo, y el cliente quedará satisfecho. Pero, si se diera el segundo caso, donde el cliente dé muchas indicaciones no del todo convenientes, el diseñador también deberá usar el diálogo para hacerle saber al cliente que lo mejor sería analizar, según los principios del diseño gráfico, si el diseño que propone será el más efectivo.

Pasemos a hablar sobre la animación digital. Las animaciones que seguramente nos son más familiares son las de películas o series animadas, como las de Disney. Son magníficas. Pero hay que pensar en el trabajo detrás de una animación. Por ejemplo, en Japón se crea gran cantidad de series animadas. Estas series son producidas en casas de animación, donde trabajan muchos animadores. Ahora bien, estos proyectos necesitan de una meticulosa planeación para que todo avance por buen rumbo y, parte del proceso de pre-producción es una exposición de lo que se busca lograr con tal proyecto, qué se espera de cada integrante, entre otras cosas. Así, en el caso concreto de la animación de los personajes (porque también hay departamentos de coloreado o de efectos de sonido), el director y los altos mandos denominan a un diseñador de personajes, quien se encargará de adaptar los diseños de la obra original (en el caso de que la haya), para que los jefes de animación y demás animadores los usen como referencia. Sin embargo, el diseño de los personajes deberá realizarse bajo la supervisión del autor original de la obra (llamado mangaka, en caso de que la animación se base en un manga o cómic japonés), ya que él es el poseedor de los derechos de la obra. Por lo tanto, el director y el autor deberán llegar a un consenso sobre varios aspectos de la producción que estén en relación directa con la obra original (tal como el ya mencionado diseño de personajes) y, así, proceder con seguridad. Quienes también necesitan estar en constante comunicación son los jefes de producción. Cada jefe tiene bajo su mando la dirección de uno o más episodios y se encargan de supervisar a todos los departamentos produciendo tal episodio. Así, también se encargan de estar al tanto de los jefes de animación, quienes, a su vez, supervisan el trabajo de los demás animadores. Todo debe estar coordinado y, para ello, los jefes de producción mantienen contacto con los jefes de cada departamento constantemente. En resumen, el éxito de un proyecto de animación depende de la buena planeación, orden y coordinación de cada uno de los integrantes, resultante de la constante comunicación entre ellos.

Así, podemos darnos cuenta de la gran importancia de la comunicación en el diseño gráfico y la animación digital. Así como en estos, la comunicación oral, es un factor clave para obtener buenos resultados en cualquier actividad colaborativa.

Por Pedro De Los Santos Rasgado.